Especies, cultivares, variedades
Narcisos: Plantas pertenecientes al género Narcissus, con muchas especies de origen mediterráneo y multitud de cultivares de diferentes tamaños, flores simples y dobles, solitarias y en inflorescencias densas; los colores usuales suelen ser blanco, amarillo, naranja y sus combinaciones.
Narcisos. Foto: M. Martín Cacao |
Los bulbos suelen plantarse entre octubre y diciembre, al sol. Es una de las plantas bulbosas que mejor se implanta en el terreno, de forma que cada año puede florecer sin ningun tipo de cuidado especial, excepto las labores que se llevan a cabo en un mantenimiento aceptable. Los narcisos que se venden bajo el apelativo “botánicos”, suelen naturalizarse bien en el terreno.
Se encuentran sin problema en viveros y área de jardinería de las grandes superficies comerciales desde mediados-finales de setiembre.
Narcissus ‘Tete a Tete’
Uno de los cultivares “enanos” mas difundidos en los últimos años Foto: M. Martín Cacao |
Narcissus papyraceus
Expontaneo en nuestros campos Escuela de Jardinería. Foto: M. Martín Cacao |
Jacintos: Una de las bulbosas favoritas de muchas personas por sus racimos de flores fragantes. La mayoría de los cultivares que encontramos en el comercio proceden de Hyacinthus orientalis, nativo del oeste asiático.
Hyacinthus orientalis ‘Gipsy Queen’
Le Jardin des Plantes. Paris Foto: M. Martín Cacao |
Muy vendidos a finales de otoño e invierno en las populares jacinteras, en el terreno deben plantarse en otoño para obtener las flores en primavera. Como otras bulbosas, la plantación puede hacerse escalonada para obtener una floración mas larga. Los jacintos se implantan bien en el terreno pero su floración disminuye con el tiempo, de forma que en la segunda primavera después de la plantación los racimos de flores suelen ser mucho menos densos; si queremos tener jacintos espectaculares, hay que comprarlos cada año.
Fresias, palmiras, francesillas: Con estos nombres comunes se conocen varios híbridos y cultivares que se agrupan como Freesia x hybrida y que son plantas clásicas de macetas y jardineras en terrazas y ventanas.
Son cormos fáciles de cultivar en un sustrato ligero y a pleno sol, con espigas de flores algo tubulares y caedizas, dobles o simples, olorosas o no y de color blanco, crema, amarillo, rojo, morado, etc. Pueden crecer año tras año donde fueron plantadas pero a menudo los tallos florales, muy pesados, se estropean después de un chaparrón; mucho mejor situar las fresias en alto, en macetas o jardineras, para poder contemplarlas desde abajo, en todo su esplendor. Se dividen bien separando los cormos pequeños de las plantas madres.
Freesia x hybrida
Escuela de Jardinería. Autora: María Soler García |
Crocos, azafranes: Son plantas pequeñas del género Crocus, al que pertenece el azafrán, Crocus sativus. Los crocos, una vez plantados, son de los primeros bulbos en florecer, antes de la llegada de la primavera. Cuando se dejan en el terreno, se naturalizan bien, pero muchos cormos se estropean con el calor. Se utilizan como plantas de rocalla y plantadas masivamente dan una nota de color interesante, pero sus flores duran poco. Los crocos florecen en colores blancos, amarillos y una gama amplia de azules y violetas. Muy adecuados para lebrillos, macetas pequeñas, jardines en miniatura y en espacios donde se disponga de unos pocos centímetros de suelo.
Crocus x hybridus
Escuela de Jardinería. Autor: M. Martín Cacao |
Azucena amarilla, azafrán amarillo: Con este nombre se conoce en algunas localidades a una bulbosa, Sternbergia lutea, que se comporta de forma muy parecida a los crocos. Esta especie es mediterránea y no se encuentra generalmente en los viveros, pero sí aparece en algunos catálogos de plantas bulbosas de empresas prestigiosas del sector. La ventaja sobre los crocos, para nosotros, es que se naturaliza muy bien, soporta el calor del verano y la falta de agua y su floración, espectacular por lo inesperada, constituye un anuncio del otoño.
Si queremos dividir los bulbos, hay que hacerlo cuando la planta entra en reposo estival, a finales de mayo. Se pueden utilizar en rocallas al sol, o como punto de flor, muy efímero desgraciadamente, entre herbáceas, arbustos o árboles.
Si nos damos un paseo por la sierra, desde mediados de setiembre hasta mitad de octubre, podremos verla en flor en cunetas y pedregales, praderas y campo abierto; después solo habrá hojas acintadas y verdes hasta que se marchiten.
Sternbergia lutea
Escuela de Jardinería. Autor: M. Martín Cacao |
Tulipán: Pertenecientes al género Tulipa, la mayoría de las especies se distribuyen por Oriente medio, sur de Europa y otras zonas de Asia y África. Su cultivo es milenario y casi todas las variedades y cultivares que existen derivan de Tulipa gesneriana.
Los tulipanes necesitan un buen sustrato para crecer y florecen en primavera, mejor después de un invierno húmedo y frío. Si queremos tener tulipanes, lo mejor es comprar los bulbos cada año, porque no se naturalizan bien bajo nuestras condiciones climáticas.
Perfectos como flores aisladas, pueden plantarse en macetas y jardineras o formando grupos entre otras plantas y bajo la sombra ligera de árboles y arbustos. La diversidad de colores, formas y tamaños es ingente.
Últimamente están apareciendo en el mercado algunas especies mas rústicas como Tulipa turkestanica, con flores más pequeñas pero muy ornamentales.
Tulipa turkestanica
Escuela de Jardinería. Foto: M. Martín Cacao |
Tulipa turkestanica
Le Jardin des Plantes. Foto: M. Martín Cacao |
Tulipanes
Escuela de Jardinería. Autor: M. Martín Cacao
|